domingo, 13 de mayo de 2018

Monasterio de Piedra

Y nos vamos de Boda! ¿A dónde? Pues al Monasterio de Piedra.

Wikipedia:

"El monasterio de Piedra es un establecimiento turístico ubicado en un antiguo monasterio cisterciense que se halla en el municipio zaragozano de Nuévalos en la Comarca de Calatayud, en Aragón (España).

Dedicado a Santa María la Blanca, fue fundado en 1194 por trece monjes cistercienses venidos del Monasterio de Poblet, en el antiguo castillo de Piedra Vieja y junto al río Piedra. Se abandonó en 1835 debido a la desamortización de Mendizábal, comprado por un particular cinco años después y reconvertido en establecimiento turístico. Se catalogó como Monumento Nacional el 16 de febrero de 1983.2​ Eclesiásticamente está incluido en el Arciprestazgo del Alto Jalón, Diócesis de Tarazona. Es uno de los enclaves turísticos más visitados de Aragón."


Por si lo quieres ver en Google maps, pincha aquí 

Bueno, pues efectivamente es un hotel bastante grande, con muchos pasillos y escaleras para subir y bajar, con muchas cosas para ver pero con muy poca luz. Si poca luz, la verdad es que, aunque modernizado, no hay quien le quite su esencia.

Debo reconocer que la boda fue preciosa, en una capilla derruida






No voy a sacar fotos de los novios, que estaban guapísimos, ni de los invitados, porque puede que no les haga ilusión salir en un blog y se enfaden pero debo decir que todo: boda, cóctel, banquete y brunch del día siguiente fue perfecto y, personalmente, me apunto a otra boda igual.

Eso sí, frío... pasamos un cuanto.

Junto al Monasterio-hotel, se encuentra el parque natural del Monasterio de Piedra en que se puede disfrutar de las cascadas del río Piedra, afluente del Jalón.

No os lo perdais pero tomaoslo con calma porque todo son cuestas y si pretendeis hacerlo rápido es, realmente, agotador. Así que pensad que el paseito es de dos horas, que se pasan volando porque es una maravilla.










Sobra decir que nada tiene que ver la realidad con las fotos, ya que la primera mola mucho más.

Ahora si algo nos gustó, si algo nos pareió increible, si algo fue digno de repetir hasta la saciedad fue...
el helado de chocolate!

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