Vamos a ello:
INGREDIENTES
- Pan
- Azúcar
- Leche
- Canela en Rama
- Canela molida
- Cáscara de un limón
- Huevos
- Opcional: azúcar avainillado o vainilla
- Aceite
Comenzamos hablando del pan. Podeis comprar pan específico para hacer torrijas pero yo prefiero usar pan del día anterior o lo que es lo mismo, pan duro.
Cuando, como ahora, me encuentro en el país de los Nabuconodosorcitos, en el que hay mucha humedad, necesito 48 horas para que se ponga duro pero no pasa nada, esperamos.
Os recomiendo, si vais a usar pan duro, que primero lo partais en rebanadas y después dejeis que se ponga duro porque si no... es un poco difícil cortarlas, lo normal es que el pan se vaya rompiendo.
Vale, lo primero ponemos leche (1lt) en un cazo o cazuela junto con la monda de un limón (sin la parte blanca para que no amargue) y un par de ramas de canela. Aquí, echo un par de cucharadas soperas de azúcar. Vosotros podeis usar azúcar avainillado o vainilla si el azúcar preferís echarlo directamente sobre las torrijas.
Y ponemos el cazo o cazuela a fuego medio, revolviendo.
Antes de que llegue a hervir, lo retiramos y dejamos que enfríe un poco.
Batimos huevos. ¿Cuantos? Pues depende de la cantidad de pan que useis. Empezad con uno y si necesitais más pues cogeis otro.
Yo puse un poco de leche en un cuenco pequeño, mi huevo batido y en una sartén aceite a fuego fuertecillo.
Cocina rústica, eh? ¡Ya te digo!
Cogemos cada trocito de pan, lo mojamos en la leche, después en el huevo y, por último, a la sartén.
Y así vamos haciendo con todas las rebanadas de pan.
Una vez hechas podeis echarles canela y/o azúcar (no os lo recomiendo si lo habeis puesto en la leche, al principio)
¡Y listas para comer!
