Llevo con este libro terminado más de una semana, me está costando arrancar con el siguiente, tengo ahí preparado lo de Moros y Cristianos, otra entrada más sobre cine en la playa,... pero es que no puedo. Me la paso tirada por los rincones, desganada y a la vez enfadada por no sacar fuerzas de no sé dónde... Ainsss... ojalá llegue pronto el otoño y el fresquito que seguro que me animo un poco.
Al lío o al libro, mejor dicho:
El hombre que se fue sólo a Marte porque quería estar sólo. La primera vez que lo vi en la biblioteca de los Nabuconodosorcitos me hizo mucha gracia y quise buscarlo pero no lo encontré, así que este año, cuando volví y lo vi no pude reprimirme y me lo llevé.
No es un libro enorme, 365 páginas, creo recordar. Me lo cepillé en una semana que no sé si es mucho o poco pero... no lo devolví, no. No pude devolverlo hasta conseguir un ejemplar para mi.
Las primeras páginas las tuve que releer porque no sabía si no me había enterado o la que estaba en Marte era yo.
Es el libro más absurdo que os podais imaginar, de verdad. Va en serio, es tremendo pero llega el final... y "to" se arregla. Y mola!!
Es que no... vamos que lo leais porque si me pongo a explicar que es de un científico que aprovecha la muerte de un astronauta para ocupar su puesto y que estando en la nave decide llamar a su exmujer pero ella a cambiado el número y con quien habla es con una abuela con principios de demencia y a partir de ahí empieza la aventura... eh? cómo os quedais? pues eso que lo leais
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